Energía, Frecuencia y Magnetismo Personal
POR JOAN EGEA BARBER
21/01/2025

Los nuevos conocimientos sobre Energía y Materia desde la interacción de diferentes ámbitos como la astrofísica o la biología, entre otros, están a punto de revolucionar toda la ciencia moderna.
El ADN humano funciona como una antena que recibe y transmite señales de información energética, funcionando como un sistema de radio comunicaciones con nuestro entorno. Este vínculo, estudiado por la epigenética, demuestra cómo nuestras vibraciones internas interactúan con el medio ambiente, permitiendo ajustes dinámicos en nuestra salud física, mental y espiritual.
RADIOFRECUENCIAS HUMANAS
Imagina por un instante que, en la antena de tu pequeño smartphone, tienes una especie de gigantesco bombo de loterías lleno de millones de bolas, cada una de las cuales se corresponde con las diferentes frecuencias o números de teléfonos operativos en tu ciudad o país, y todas ellas permanecen disponibles para salir del bombo y entrar por un agujero por el cual solo cabe una bola para poder comunicarse contigo.
Posiblemente te habrá parecido sencillo imaginarlo. Sin embargo, lo que no te resultará tan sencillo será comprender cómo es posible que tu móvil tenga el poder mágico de elegir el número de teléfono (frecuencia) que tú has decidido de entre millones de posibilidades.
¿Cómo es posible que de dentro de un bombo de millones de números salga (entre a tu teléfono) exactamente el número de bola que tú has decidido elegir?
Este proceso de atraer la frecuencia de vibración única, entre millones de posibilidades, con la cual quieres comunicarte es posible gracias al fenómeno de resonancia.
Nikola Tesla con el descubrimiento de su método de los 4 circuitos resonantes, fue quien sentó las bases para el desarrollo de este proceso de sintonización de energías, clave en la transmisión de energías a distancia y nacimiento de las telecomunicaciones.
El fenómeno de resonancia nos permite absorber más energía de lo normal, porque es capaz de producir una amplificación muy elevada de la energía. Así, por ejemplo, si hacemos resonar la energía de una bombilla de 60W, nos permitiría lograr un nivel de intensidad y potencia capaz de cortar incluso una barra de acero.
El descubrimiento de las ondas de radio supuso el nacimiento de la tecnología electrónica y el fundamento de una de las mayores revoluciones y avances de nuestra humanidad.
Antes de que H. Hertz demostrase la existencia de las ondas de radio electromagnéticas, estas fueron intuidas por pensadores como M. Faraday y J. C. Maxwel, en una época en que los más eruditos, no se conformaron con manifestar su desacuerdo a dichas “intuiciones” en torno a la posibilidad de la existencia de ondas invisibles propagándose por el Éter, sino que las rechazaron a niveles de burla, calificándolas de meras especulaciones teóricas, de un conocimiento filosófico inútil y sin ninguna validez práctica o aplicativa.
Un radioenlace consiste en la comunicación de frecuencias que nos permite transmitir la energía de la señal a grandes distancias. El transmisor genera las ondas y las emite al espacio (Éter). De modo similar las personas emitimos vibraciones al espacio que lo impregna todo llamado vacio.
El lenguaje en el que el universo comunica con nosotros, y nosotros con él, no entiende la petición de nuestros deseos, porque su lenguaje de comunicación no son los diferentes idiomas, sino la resonancia o sincronía de las diferentes frecuencias de vibraciones.
MÉTODO DE RESONANCIA:
Circuito resonante transmisor:
- L1 ENERGÍA DEL CUERPO (MATERIA)
- Acciones
- Circunstancias
- L2 ENERGÍA DE LOS PENSAMIENTOS (ENERGÍA)
- Mediación interna consciente perceptible 3%
- Mediación interna no observable 97%
Circuito resonante receptor:
- L3: ENERGÍA DE LAS EMOCIONES INTERSUBJETIVAS
- Interferencias perfiles. Emociones negativas.
- Sentimientos positivos.
- L4: ENERGÍA ESPIRITUAL SUPRACONSCIENTE (ENERGÍA)
- Fuente del propósito.
- Campo o líneas de fuerza.
Núcleos de relaciones comunicativas:
- Relación con nosotros mismos.
- Mente.
- Cuerpo.
- Relaciones con la Naturaleza y con los demás.
- Perfiles modelos.
- Perfiles interferencias.
- Relación con lo trascendental.
- Campo unificado o Éter.
- Mundo de las ideas, de las infinitas posibilidades.
Según hipótesis recientes el ADN constituye un sistema de radio comunicaciones con una antena capaz de detectar las emisiones de información y captar las emisiones entrelazadas, funcionando como una especie de satélite, encargado de emitir dicha señal a todo nuestro sistema neuronal.
No somos conscientes de estas transmisiones de señal porque carecemos del sistema sensorial para responder ante ellas (no disponemos del equivalente a un altavoz, o una pantalla de televisión, por ejemplo). Pero de modo inconsciente estamos sujetos a este flujo de señal intuitiva en cada instante, en todo momento.
La epigenética nos ofrece conocimientos entre la secuencia del ADN y el medio ambiente. El mecanismo epigenético, decodifica flexibiliza la señal entre el ADN y la señal del medio ambiente, funcionando como un sistema de radio comunicaciones con señales de información energética.
Aunque no lleguemos a comprender los mecanismos que gobiernan las evidentes interacciones entre la genética y el medio ambiente, el vínculo del ADN con las emisiones de energías entrelazadas permitirá descubrir secretos cruciales de la naturaleza, que están llamados a revolucionar la salud psicológica, biológica y social de las personas.
Todo proceso creativo se materializa cuando las siguientes energías se alinean con un propósito, haciendo que se muevan las líneas de fuerza del Éter, porque tu energía y la del Éter sintonizan al conseguir resonar.
- Energía de los pensamientos.
- Energía de las emociones.
- Energía del cuerpo.
- Energía espiritual.
Aprender en torno a este proceso puede llevarnos a resultados maravillosos. Salir de la programación subconsciente y elevarte de nivel, te lleva de la dependencia de tus relaciones de interferencia con los demás, a una adecuada interacción entre tus relaciones con los demás y tu relación con lo trascendental desde la relación contigo mismo.
Joan Egea Barer.